Ya hemos hablado antes del sexo anal, y sin discutirlo es una de las prácticas más placenteras dentro del acto sexual.
¿Aún no te atreves? Pues tenlo muy en cuenta, el ano es una de las partes del cuerpo con mayor cantidad de terminaciones nerviosas, lo que lo hace sumamente sensible y estimulante.
Es por eso que, si te gusta o apenas estás pensando en iniciarte en él, te traemos unos juegos previos que harán de la experiencia todo un cúmulo de placer sin límites. Prepara lápiz y papel, toma nota y ponlos en práctica.
Recuerda que la previa TAMBIÉN hace parte del acto sexual, la excitación inicia con estímulos tanto externos como mentales, siempre será mejor tomarte el tiempo para conocer el cuerpo para llegar juntos al clímax.
Recomendaciones
Antes de iniciar tu noche de pasión es importante que cuentes con un protocolo de aseo anal para evitar malas pasadas.
Así que prepárate limpiando muy bien la zona si serás el receptor, aquí puedes encontrar una ducha anal o un enema para una limpieza profunda.
Si por el contrario serás quien entregue el placer, asegúrate de tener las uñas limadas, sin bordes y bien limpias o de usar un condón para el dedo en látex para evitar el contacto directo y posibles enfermedades.
Ahora sí, solo mantén tu mente abierta y dedícate a disfrutar ya sea a solas o en pareja.
3 juegos sexuales que te volarán la cabeza
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La tentación:
Aquí estimularemos los sentidos, la piel es el órgano más grande del ser humano y está llena de terminaciones nerviosas que nos producen placer al tacto, así que rósala, tócala y bésala.
Ve bajando lentamente hasta las piernas y comienza a lamer suave la entre pierna y los muslos, esto irá calentando la situación.
Lleva tu lengua al perineo y estimula esa zona, esto irá preparando a tu pareja para lo que se viene, de a poco y sin presión comienza a frotar con tu dedo bien lubricando la parte exterior del ano, rózalo y ejerce una presión leve.
Observa como la excitación irá subiendo gradualmente y asciende en el nivel de estimulación con un masaje mucho más intenso.
Cada que sientas que el receptor está a punto de tener un orgasmo, disminuye el ritmo, espera 30 segundo, e inicia el juego de nuevo, verás como el erotismo se apoderará de ambos y la rutina será cosa del pasado.
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Dedos juguetones:
Los dedos son los infaltables a la hora de pensar en una estimulación anal, ya que nos dan la entrada a la penetración de una manera más delicada y sutil.
Los grandes abrebocas del sexo anal cumplen un papel fundamental para encontrar los puntos más erógenos y generar un sinfín de sensaciones.
Para hacerlo en un erótico juego, comienza excitando a tu pareja lo suficiente como para que esta se sienta cómoda con la estimulación.
Humedece tu dedo con lubricante y presiona ligeramente la parte exterior del ano hasta que sientas que el esfínter se relaja y se abre lentamente para proceder a la introducción.
¡No lo hagas en un instante! Vamos por partes y de a poco, así que trata de que la penetración sea sólo hasta la primera falange y cuando ya estés adentro con la punta de tu dedo usa la misma velocidad y presión que usarías si estuvieras haciéndole cosquillas a la nariz de alguien, este movimiento lo puedes prolongar por unos 30 a 40 segundos.
Ve observando la disposición, gestos, movimientos y reacción del otro, irás notando que el ano se relajará cada vez más y dará paso a una penetración más profunda.
Trata de encontrar el ritmo ideal para tu pareja, no olvides el famoso “ven aquí” y cada que veas que tu pareja está a punto de llegar al éxtasis, para las revoluciones por un lapso y sigue así hasta aumentar mucho más la temperatura y orgasmos mucho más intensos.
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Doble placer:
Ya tenemos más que claro que la estimulación anal es todo un camino de nuevas y excitantes experiencias, pero… ¿Qué tal si lo combinas? ¡Es mucho mejor!
Prueba, después de un poderoso precalentamiento, lamer o masturbar el clítoris o el pene de tu pareja mientras rozas la parte exterior de su ano.
Un vibrador o succionador será una muy buena herramienta a la hora de pensar en orgasmos por partida doble.
Recuerda siempre humedecer tus dedos con buen lubricante para que nada les impida pasar un buen rato.
Siempre préstales atención a las reacciones del cuerpo para ir aumentando o disminuyendo el ritmo o la presión, esto hará que estés atenta al relajamiento del esfínter para proceder con la penetración, ya sea con dedo, juguete o pene.
Cuando veas o te digan que ya están a punto de venirse, para y cambia a otros tipos de estimulación que ayuden a bajar la excitación, sin esfumarla, para que al final la venida sea toda una montaña rusa de placer.