Disfraces eróticos y juego de roles

Los juegos de roles nos permiten explorar muchas áreas de nuestra sexualidad que a lo mejor nosotros mismos aun no conocemos porque no nos hemos atrevido a descubrir, la idea de usar disfraces es sacar ese aspecto de nuestra personalidad que está oculto, fingir ser otro nos concede permisos que tal vez no nos daríamos siendo nosotros, muchas personas buscan un disfraz sexy porque en su cotidianidad no se visten así y a través de esas prendas pueden liberarse a vivir cosas diferentes y es una nueva forma de relacionarse sexualmente. Como en toda práctica sexual debe haber un acuerdo y consenso previo entre las dos partes para que sea divertido y se disfrute por igual.

¿Qué son los juegos de roles?

Es instalarte en un personaje, tú decides cuál, si haces la o el típico policía, estudiante, enfermera, bombero o bombera, es una cuestión de preferencias y gustos, así que puedes tomar el personaje que tú quieras para integrar nuevas prácticas a tu repertorio y activar la exploración del erotismo, el disfraz sexy depende de lo que cada persona considere sexy así que es un campo muy amplio para probar.

¿Por qué nos sirven los juegos de roles?

En muchas ocasiones tenemos fijadas ideas por ejemplo que la sexualidad debe ser de cierta manera o que debemos mostrarnos pasivos o esperar a que otra persona venga y me muestre lo que me tiene que gustar. Los hombres cargan con el peso que tienen que ser los que mandan, los que deben llevar el control, los que se mueven y los que deciden pero además llevan a cuestas el éxito del encuentro sexual, tienden a pensar que si tienen la erección adecuada ya está todo bien, toda la masculinidad está centrada en ese momento y en esa erección pero cuando te permites ser otra persona o un personaje puedes darte muchas sorpresas de cómo te flexibilizas y puedes encontrarle no solamente la diversión y la parte erótica y fantasiosa, sino también puedes encontrar que el otro tú se atreve mucho más para generar nuevas y distintas sensaciones.

Uno de los disfraces más usados para el juego por ejemplo es el de enfermera:  esa enfermera como tal no tiene nada que ver contigo, con ser tú, pero te permite explorar otras partes de ti, ponerte en un plan mas sumiso, complaciente, el estar pendiente de que es lo que “tu paciente” necesita y quiere que le hagas, puede que descubras que ese ser complaciente y no tan dominante en la cama te complace y te das cuenta que satisfacer y dejar que te den las ordenes te erotiza muchísimo.

Todos estos elementos del traje en sí que te permiten sentirte disfrazada te dan esa sensación de poder mostrar otra parte de ti ¿por qué crees que a la gente le gusta disfrazarse? y en las fiestas de disfraces es usual que las cosas se descontrolen y se pongan locas, porque la gente justamente siente que está detrás de esa mascara o detrás de ese disfraz, de hecho, los juegos de mascara de hace muchos siglos se utilizaban principalmente para que la gente pudiera enloquecer, incluso tener relaciones sexuales con otras personas sin que nadie supiera, ese es el origen de los carnavales y las fiestas de máscaras: poder dejarse llevar por el deseo y que nadie se va enterar que ese soy yo, porque vivimos con todos esos constructos socioculturales cargando con el “tengo que comportarme para ser aceptada o aceptado” el disfraz cambia todo eso y nos permite ser libres.

Los disfraces vienen con accesorios como medias, guantes, capas, sombreros que permiten que la pareja pueda explorar también nuevas sensaciones pues están en contacto con nuestra piel, también, por ejemplo, si nunca has tenido relaciones sexuales esposado o con las manos atadas, el disfraz de policía es perfecto para vivir esa fantasía. Usar disfraces en los encuentros sexuales permiten a la pareja salir de la rutina y de sus actividades diaria, son una herramienta para estimular tanto el cuerpo como la mente y agregar variedad a los encuentros.

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